miércoles, 12 de octubre de 2011

La impostura intelectual del Doctor Fatás.

El oficio de historiador consiste, fundamentalmente, en manejar las herramientas teóricas necesarias para desentrañar la realidad del proceso histórico a partir de los datos que tenemos del pasado, pero también del presente. Eso en teoría, en la práctica los historiadores suelen ser propagandistas del Régimen que les paga, en el que obtienen estatus y reconocimiento. Así, es común que algunos hechos históricos se oculten tras el velo de la leyenda o el mito, aunque las causas materiales que los ocasionaron o influyeron sean feacientes y conocidas.
Hay maneras burdas de hacer esto: inventándose datos o creando narraciones fantásticas, pero hay otras más sibilinas e inteligentes: se ocultan los datos que proporcionan una explicación del proceso y se acude a los lugares comunes de la propaganda para que el lector u oyente reproduzca y afiance ese relato mítico de la ideología dominante.
Hoy doce de octubre de 2011, Guillermo Fatás publica un artículo de opinión en el Heraldo de Aragón, donde sostiene la idea de que "es un buen día para recordar el descubrimiento de América" y aprovecha para criticar al Presidente de Venezuela, que ha ordenado retirar la estatua del Almirante que había en Caracas.
El día del Pilar es un buen día para recordar el descubrimiento de América, claro, son el mismo día. Pero lo que Fatás sabe y oculta es que eso no es casualidad.
Nos recuerda hoy Fatás que Colón le puso el nombre de San Salvador a la primera isla que divisó. Es lógico: le puso el nombre del santo, San Salvador, el mismo que invoca La Seo de Zaragoza, pues el 12 de octubre fue el día en que Alfonso I el Batallador entró en Zaragoza y ordenó santificar la Mezquita Mayor de la ciudad como catedral con el nombre del santo del día. Como en 1492 Colón en la isla de Guanahaní.
Porque, como el Doctor Fatás conoce perfectamente, no fue hasta 1641 cuando en el contexto de la Guerra de Secesión catalana, Felipe IV Rey de España declaró a la Virgen del Pilar patrona de Aragón y de España y cambió la fecha de su advocación del dos de enero (cuando se apareció en Zaragoza a Santiago, según la tradición) al 12 de octubre, día del descubrimiento de América.
Se daba la circunstancia de que los foralistas (partidarios de que las Cortes de Aragón no le declarasen la guerra a Cataluña y que por tanto no permitiesen la entrada de tropas castellanas en Aragón, hasta entonces mayoritarios) se reunían en La Seo, mientras que los realistas (partidarios de la entrada de tropas extranjeras y de la honerosa política fiscal del Rey, base de su imperialismo) se reunían en El Pilar.
Vino el Rey a Aragón, haciendo alarde de aragonesismo (incluso convocó un premio literario en lengua aragonesa, que ganó Ana Abarca de Bolea con el poema conocido), sus lacayos manufacturaron el milagro de Calanda y las Cortes de Aragón se plegaron a la voluntad del Rey. Los cabecillas del partido fuerista fueron decapitados acusados de sedición.
Y así el 12 de octubre es el día del Pilar, por eso Fatás considera que es un buen día para recordar el descubrimiento de América. Para un nacionalista español, sin duda es así.
Fatás se ha significado por el duro debate histórico contra el nacionalismo burgués catalán que ninguneaba en su historia a Aragón, pero cae en el mismo error que critica: se suma al nacionalismo español, el más criminal y genocida de la historia, con el mismo fin que critica: ningunear la historia de Aragón para subsumirla en la de España, dejándonos una laguna sobre la explicación del proceso histórico.
No descubro nada si digo que Fatás es un impostor, pero hoy lo ha vuelto a demostrar.