Votar nulo a las autonómicas.

Tal vez en tu pueblo haya una candidatura que merezca ser votada, independientemente de las siglas. A veces pasa: en general el partido por el que se presenta la mejor gente del pueblo para llevar el Ayuntamiento no merece el voto. Pero la gente que lleva, su trayectoria, sus ideas para el pueblo merezcan el voto. No sé, si yo fuese de Castiliscar, de Artieda o de Cinco Olivas, tal vez votaría en esos pueblos a TA, PYLN o CHA.
Pero en las elecciones autonómicas, sobre todo con el actual sistema de listas cerradas o bloqueadas (¿por qué nadie habla de cambiarlo por un sistema de voto a candidaturas unipersonales a doble vuelta, como en Francia, o por el voto personal trasferible como en Irlanda?) votas a una organización, una trayectoria global, un proyecto monolítico. ¿Qué más da que te guste la idea de un Insituto Aragonés de Finanzas que propone el PAR (¡una banca pública, ni más ni menos!) o la política cultural de CHA, o confíes en éste o aquélla de la lista de uno u otro partido?
O eres de un partido, o acabas votando útil. O sea a uno que vaya a gobernar. Bueno, desde la fría perspectiva del voto útil, en Aragón votar útil para romper el bipatidismo ... ¡Sería votar al PAR!
Para un futuro, creo que lo fundamental es plantear una reforma seria de la Ley Electoral hacia las listas abiertas que garantice la pluralidad.
Pero en estas, yo me decanto por el voto nulo. Voto nulo dedicado, eso sí: Nunca olvidaré que en la Asambleya Nazional de CHA de 2002 en Teruel, la gente de la Colla d'Ecolochía pactó una resolución con Gaspar en la que se rechazaba la Expo en Ranillas. Gaspar se saltó ese acuerdo (con el apoyo del grupo parlamentario y el grupo municipal), apoyó a Belloch en su locura con la hormigonera y gracias a esa TRAICIÓN, hoy tenemos un pabellón puente, una torre hueca, un peligroso azud (al tiempo) y un inútil teleférico. Y un Ayuntamiento en ruinas.
Los que, después de todo esto, siguen apuntándose en las listas de la CHA son unos boques. Lo siento, es una palabra fea, lo sé, pero igual que los de Biscarrués no perdonan a quienes quieren hacerles el pantano, yo no perdono a quienes, ya demostrado que aquello fue una traición, hoy siguen en las mismas.
La izquierda nacionalista aragonesa necesita una alternativa política y la CHA ya no la representa. Los militantes de CHA deben hacer una reflexión. Hasta entonces, quienes aparecen en sus listas tienen para mi la consideración de boques.